El Suricato habla, Ep. 102: Dunkirk

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Buenos días, tardes o noches, dependiendo de la hora a la que me estéis escuchando.

Las películas de Nolan, por norma general, no me gustan.

Y no, no voy a leer los comentarios que escribáis diciéndome que me equivoco. Tampoco me gusta Tarantino. ¡¿ALGÚN PROBLEMA?!

En cualquier caso, que no me gusten sus películas no significa que no las aprecie.

Dunkirk o Dunquerque o como queráis llamarla, sin embargo, es la excepción.

Film Critic Hulk lo explica mejor de lo que yo podría.

Pero bueno, las películas de Nolan, para mí, tienen un problema y es que no sabe capturar correctamente las emociones que quiere evocar. Para él, como explica Film Critic Hulk, el amor es un MacGuffin; un elemento para hacer que la trama avance.

Sin embargo, en esta película, la emoción central es el agobio, la angustia. Eso es algo que se le da bien. Muy bien, la verdad.

La trama de la película es sencilla:

En 1940, tanto tropas inglesas y francesas, estaban atrapadas en Dunkirk mientras el “enemigo”, como se llama a los alemanes en la película, les iba matando poco a poco.

La película, entonces, sigue a unas tropas británicas en la playa; un padre y un hijo inglés que cruzan (con centenares de embarcaciones) el canal para rescatar a los soldados atrapados; y tres pilotos de la RAF que se enfrentan a los cazas alemanes y sus bombarderos.

Poco más puede decirse de la historia que cuenta la película.

La música, como siempre, ha corrido a cargo de Hans Zimmer. Y, debo decir que el hombre habla el lenguaje de la música con una precisión que poca gente alcanza en su lengua natal. El compositor evoca los sentimientos que quiere en el público, facilitando que empaticemos con los personajes.

Hablando de ellos, debo decir que, a mí, me encantan los personajes movidos por “su deber”, bien sea a su patria, a su familia, a sus amigos o, como parece ser el caso en esta película, al resto de personas. Me encantan y, con hacerlo moderadamente bien, eso hace que me encanten las películas. Dunkirk tiene uno de estos personajes, el padre que va en la pequeña embarcación de recreo.

Visualmente, por otro lado, la película es preciosa de ver. Los planos largos, con el cielo y el mar a la vista, son asombrosos.

El mayor problema que tiene el espectáculo visual es la ausencia de sangre, seguramente para conseguir la codiciada calificación de PG-13, la clase de película más rentable.

Sin embargo, la ausencia de intensos rojos no va en detrimento a la película. A Nolan no le hace falta usar sangre para crear escenas agobiantes e incómodas en esta película.

Dunkirk es como el desembarco de Normandía de Salvar al Soldado Ryan, solo que toda la película: agobio, estrés…

 

About Suricato de Asalto

Soy un suricato amaestrado. Me dedico a bailar sobre teclados y hablar de muchas cosas distintas.
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